Año: 1971
País: Chile
Género: Fusion.Art-rock
Puntuación: ▲▲▲1/2
País: Chile
Género: Fusion.Art-rock
Puntuación: ▲▲▲1/2
El comienzo de la banda experimental Los Jaivas los llevo a explorar por arriesgados y disonantes ideas y conceptos musicales, yuxtaponiendo tanto de su querencia y sonido autóctono como de su inclinación por los arreglos de estudio, en un estilo que se puede decir comulga lo bizarro y lo ecléctico del kraut-rock con el exotismo musical que otorga la variedad de instrumentos a los que recurre la banda para conjurar sus danzas tribales improvisadas, rituales paganos y alegorías al desquicio mental en piezas ricas en complejidad y una primitiva sofisticación.
“Cacho” da inicio al disco, un desfile carnavalesco andino de las alturas de los andes se deforma en una difusa estructura psicodélica con teclados y cantos incisivos con alusiones ofensivas y resentimientos hacia la conquista española, muy a lo que Can hizo en sus primeros años; “La Vaquita” es una de las mejores composiciones del disco, su orgánica conjuración resulta un deleite en su festiva fusión afro-indígena, se siembra una rítmica pasaje en percusión tribal en el cual se aposenta el cantar de algún ave exótica de la selva amazónica, voces en cantos vudú sumergen de la pastosa y densa jungla atmosférica en la que se van filtrando sonoridades y ecos musicales de estilo caribeño; “Por Veinticinco Empana” es una pieza rústica de conseguida e hipnotizante atmósfera, aunque flojamente desarrollada y sin dirección; y “Tamborcito de Milagro” es una mera improvisación de ritmos latinos yuxtapuestos agresivamente provocando un trance mental rico por el uso del xilófono que amortigua de cierta manera el fogoso caos de rumba afro-caribeña.
“Que o la Tumba Serás” sacrifica su estilo al evocar un marcado jazz latino proveniente de las islas centro-americanas, que si bien goza de rica instrumentación y matices, peca de genérica; “Foto De Primera Comunión” tiene un encanto de mayor predominancia folklore, placenteras cuerdas se entremezclan en un mejunje sónico con coqueteos con la cumbia psicodélica; “Último Día” es una extensa y caótica pieza art-rock de pura extravagancia y disonancia zappiana y velvetiana (e incluso un Kim Fowley vocalmente) en la cual se incita tanto al acid-noise como al freack-rock psicodélico; y cierra “Bolerito”, un efímero pasaje de boleto sin pies ni cabeza en este disco, este último marcaría prácticamente el comienzo de lo que sería una de las más importantes y emblemáticas etapas del rock chileno y en sí del rock latinoamericano: el rock fusion.
No hay comentarios:
Publicar un comentario