Año: 2005
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Blues-rock
Puntuación: ▲▲▲1/2
“Blue Orchid” abre el disco con un demoledor riff y una brutal construcción heavy-noise que revive el enardecimiento ledzeppiano que eriza los pelos de la piel e incita cierta convulsión sensorial en su contrastante falsette vocal que destaca de entre lo mejor de su catálogo; “The Nurse” es un tiempo lento que parece seguir la vertiente experimental de unos Led Zeppelin en su “Houses Of The Holy”, bastante arriesgada en su agresiva eprcusión noise y disonancia noise-melódica velvetiana, posee cierto encanto en el empleo de la marimba que nos retrotrae por momentos a unos Rolling Stones de su “Aftermath”; “My Doorbell” posee una sofisticada estructura rítmica que se acentúa ricamente en la fina factura vocal muy acertada de Jack y platillazos en batería que parecen entablar una comunicación interactiva con el piano dotando a la pieza de espontaneidad y dinamismo; “Forever For Her (Is Over Me)” de rica resonancia que juega con la acústica y la saturación sónica, elabora una enigmática y muy atractiva pastosidad sonora que vira entre lo exótico y lo emotivo; y “Little Ghost”, típica pieza de estilo country que Jack White consigue filtrar eventualmente en sus creaciones, sin mayor trasfondo en el disco ni aportar mucho con el estilo conseguido del disco hasta el momento, afortunadamente no pasa de los 2 minutos y medios.
“The Denial Twist” retoma el estilo del disco en una animada pieza rítmica de blues-rock, con fondo de piano y un enérgico Jack en la voz; “White Moon” es una extensa balada que pretende la sensibilidad sensorial en un trasfondo homogéneo, parece inspirarse en la sensibilidad lennoniana, mas termina resultando extenuante y repetitiva para el oyente; “Instinct Blues” revive la vena blues-garage de su prodigioso “White Blood Cells”, puro noise y heavy tanto hendrixiano y ledzeppiano en una composición que parece inspirarse en unos cavernarios Blue Cheer del brutal “Vincebus Eruptum”; la efimera “Passive Manipulation” baja la sobrecarga noise en una peculiar y melódica pieza a piano; “Take Take Take” es una estimable pieza blues-rock que consigue despertar ciertos ecos latinos, por ahí con ciertos aromas pixianos; “As Ugly As I Seem” es una muy apreciable pieza (aunque algo inconexa con el disco) de folk-pop, rico en cuerdas que podría filtrarse en un “White Album” de la mano de McCartney; “Red Rain” ofrece nuevamente el agresivo contraste de dulces sonoridades que de repente parecen derrumbarse ante nuestros sentidos en una mejunje sónico proto-punk (tan heredado de los Pixies); y cierra el disco “I’m Lonely (But I Ain’t That Lonely Yet)”, balada genérica de fin de disco, de buscada profundidad de piano a lo Kravitz que ya a estas alturas dudo mucho que a alguien logre despertar emotividad.
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