Se puede decir que este es el primer trabajo discográfico punk propiamente dicho. El primero en las islas inglesas sería el "Damned Damned Damned" de los Damned, y este saldría recién a comienzos del 67.
Talvez el disco más sorprendente de todos los tiempos sea este mismo. El motivo: mostró a todo el mundo y a sus mismos contemporaneos lo mucho que se puede abarcar llevando todo a lo básico. Se alejan con repudio de las complejidades sonoras y los ostentosos arreglos del glam-art rock y escapan de los heróicos riffs y del estilo comercial de rock de estadio. Tampoco buscan resucitar cual fiel calco el mejor momento de la historia del rock, los 60s. Todo lo contrario, absorben la escencia instantanea de la música rock previa a la explosión másica de mediados de los 60 y aprenden a influenciarse de ella igual como lo hicieron sus previos mentores (Los Beatles, los Beach Boys). Pero el factor más importante es que en su humildad y sensatez, aceptan que nunca conseguiran la majestuosidad en la guitarra de Hendrix ni la sensibilidad melódica de McCartney o Brian Wilson, ni poseen talentosos multiinstrumentistas como Brian Jones. Sin embargo, y paradojicamente, su trabajo termina siendo uno de los mas influyentes y marcadamente necesarios en la escena setentera del rock.
Y es que nadie se la olía venir. El proto-punk, género del cual se registra material discográfico hasta poco más de una década antes del 77, posiblemente sea el principal preludio de la explosión punk, pero su repercusión estaría lejos de lo imaginable. Y es que es bastante fácil ver la influencia de los Ramones en la sustancial cantidad de trabajos ochenteros, noventeros y actuales; todos influenciados directa o indirectamente por ellos.
El disco, que a las justas llega a los 30 minutos, es un vendaval bubblegum muy accesible y muy disfrutable del cual resulta imposible aburrirse. La formula radica en ejecutar canciones breves, directas, entretenidas, simples, espontaneas, de escencia pop y con personalidad. Algo tan elemental que a nadie se le ocurrió por esos años. Pero los Ramones van más alla de ser una formula, ellos consiguen con astucia y estilo propio elaborar un sonido pastoso de fondo de guitarras rebeldes y consistentes y de sección de bajo rítmico muy adictivo y nervudo que van convenientemente complementados con una socarrona y avispada parte vocal-lírica.
Todo esto que registrado a lo largo del trabajo, con jocosas ejecuciones en las meritorias e inmortales "I Don't Wanna Go Down To The Basement", "Now I Wanna Sniff Some Glue", "Havana Affair" o la clásica "Blitzkrieg Bop". Resulta algo insulso destacar una más que otra pues todas conglomeran un viscoso mejunje sonoro adictivo del cual resulta inevitable serle indiferente.
Y por si fuera poco, consiguen un acertado estilo indumentarío de lo más singular que hace que nos resulte practicamente imposible imaginarnos a los Ramones sin jeans rotos o chaquetas de cuero. Basta con ver la portada del disco. Simplemente unos genios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario