Dentro de mi cabeza siempre ha rondado la idea de qué hubiera pasado si Van Morrison no hubiese dejado Them, probáblemente la banda tendría un mayor número de soberbios trabajos discográficos que seguiría su estilo musical RnB y soul, aunque claro, el impacto de sus contemporaneos eventualmente les hubiese cobrado factura y hubiesen tenido que optar por el cambio que prácticamente todas las bandas dieron a partir del 67 en adelante; cambio por el que más de una terminó perdiendose en mediocridades o trabajos inferiores. Talvez este hubiese sido el destino de Them, talvez no, claro; quien sabe.
Lo cierto es que Van Morrison consiguió justificar con una muy estimable discografía su necesidad de volar solo y de tomar el control de su propio sonido y estilo musical, su talento en la composición y claro, su tremula factura vocal.
De todos sus trabajos, "Moondance" destaca considerablemente por su gran accesibilidad y su memorable elaboración, que resalta su querencia por la música afroamericana, y que la emplea con sofisticación en notables y sentidas ejecuciones de delicado tacto melódico.
El comienzo del disco ya promete bastante. "And It Stoned Me" es una bellísima canción que sugiere con nostálgia y melancolía viejos buenos recuerdos que fulminan el alma y que llega a su climax con ese incontenible "...and it stoned me to my soul, stoned me just like going home..." enaltecido por la factura dolida e inpotente de la voz de Morrison. Resulta imposible ser indiferente ante súbita emotividad.
Le sigue la soberbia "Moondance", una estilizada pieza de escencia jazz muy bien cuidada que enaltece la calidad del trabajo (por algo el disco presenta el mismo nombre). "Crazy love" es otra de las grandes baladas del disco; aqui se registra un Morrison mucho más tenue y sereno, que invita a la calma junto con esos delicados acordes acústicos, cuidando con mucho celo sobrexaltarse. Una delicia de canción.
La gema del disco es definitivmente "Into de Mystic", probablemente la balada más hermosa escrita en todos los tiempos. Acierta con esa subliminal intro de calidos acordes mañaneros y evoca referencias amorosas con trasfondo simbolista en la mente, que comienza con ese enternecedor "...We were born before the wind, also younger than the sun...."; juega con sútiles y oportunos acordes y saxos en el fondo músical; y sobre todo apasiona hasta al más insensible con su descarragora voz entonando ese conmovedor "....I don't have to fear it and IIIIIII wanna rock your gypsy soul...". Honestamente este hombre nació para cantar esta canción pues nadie lo haría igual. Un porrazo directo a la sensibilidad melómana y humana.
Otras destacables piezas con "Come Running", "Brand New Day", "Caravan" y "These Dreams Of You", estimables piezas que complementan la finura y gracia del trabajo característico del artista.
El final del disco es de lo más disfrutable, primero por "Everyone", preciosa pieza de accesible melodía, cuyo fondo instrumental resplandece con esas sutiles trompetas y esos espontaneos solos de flauta dulce que le dan cierto aire medieval. Y finalmente por "Glad Tiding", digno punto final de ritmo animado que luce la sofisticación y elegancia del trabajo melódico que consigue este gran cantautor, elevandolo a la redondez sonora y a la perfección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario