martes, 1 de febrero de 2011

THE ROLLING STONES - BEGGARS BANQUET


 

Año: 1968
País: Reino Unido 
Género: Blues-rock
Puntuación: ▲▲
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Rotunda obra maestra de unos inspirados Rolling Stones, quienes luego de meritorios trabajos previos que les permitieron explorar las diversas vertientes musicales de sus contemporáneos, finalmente consiguen cimentar su basamento blues y su querencia por el country y el folk; y apuestan así por giro musical que conglomera todo su bagage y su querencia sonora con su estilo incisivo y desenfadado. Exploran con soberbia tempos calmados, melodías desoladoras y letras depresivas, al igual que acerbas y mórbidas ejecuciones del rock basado en el blues más rudo y punzante. Todo esto con un astuto y acertado ingenio lírico (deudor de Dylan), y una simple y sobresaliente ejecución vocal e instrumental que cautiva en las baladas acústicas más sosegadoras así como desencadenan el frenesí en las piezas rock más crudas y demoledoras de cabal visceralidad.

Los Stones rebosando de recursos líricos. Este trabajo registra la mayor cantidad de referencias dylanianas pero con el propio estilo de la banda. Basta con escuchar la genialidad de "Jigsaw Puzzle", una estupenda pieza que desborda imaginería lírica, al igual que la palpitante "Sympathy for the Devil", satánica pieza de innovador ejecución musical (probablemente precedida por los ecos sonoros latinos que se pueden registrar en su previo trabajo "Their Satanic Majesties Request"). La canción evoca pasajes históricos en los que el diablo tentó en diversas circunstancias a mercenarios o cómplices como Pilatos o el asesino de John F. Kennedy. Todo esto aderezado por un fondo musical de percusión latina-africana; al giaul de destacable que su clásico “Street Fighting Man”, una de las mejores composiciones stonianas con emblemático riff y textos de acerba crítica social sobre als guerras civiles y la violencia social.

Las baladas resultan ser un gran deleite para los oídos y penetran en la sensibilidad melómana. Resalta "No Expectation", una desdichada pieza lenta que narra la caída de un hombre en desgracia y el rechazo a continuar en la misma ciudad que lo vio caer. Un calmando y templado fondo instrumental con acordes emergentes de delicado tacto melódico complementan con soberbia la hermosa pieza.


El rock más agresivo se disfruta en "Parachute Woman", un blues-based-rock de clara alusión sexual, o la "Stray Cat Blues", otra estupenda pieza en la que la imaginería lírica se luce en la creación de imágenes de retorcida e implícita carga sexual

El lado más country-folk se observa en dos estupendas piezas: "Dear Doctor" que narra con un fondo lírico sardónico la desventura de un infortunado novio que tras descubrir, justo a punto de ir al altar, que la novia se le escapó a Virginia con su primo, se reúsa a seguir viviendo con este dolor que le aqueja allí donde alguna vez hubo un corazón. "Prodigal Son" es otro de los mejores momentos del discos; simple en su basamento country-folk campirano, narra la historia del conocido hijo pródigo y que presenta un muy disfrutable trabajo en las cuerdas.


Resulta igualmente disfrutable la simpática balada "Factory Girl" con risueños recursos folk en las cuerdas con exótica percusión en tribales. Y el corte final del disco es una de la baladas más memorables registradas en la discografía de los Stones; podrá sonar par algunos algo falsa por su pretensión de protesta o reflexión, pero en general la canción, de melodía simple, posee una notable belleza e intensidad vocal correctamente trabajada con apoyos corales gospel. Culmina sorpresivamente con un tempo acelerado que resulta bastante apreciable como punto final apoteósico de esta gran obra maestra.

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