El primer gran disco de los Beatles. Si con "Beatles for Sale" ya se apreciaba un despego del merseybeat característico de sus trabajos anteriores y del rock and roll mas comercial; y ya con "Help!" se notaba un refinamiento en el tacto melódico y en la factura instrumental (si no fuese por la insoportable estridencia de "Dizzy Miss Lizzy"), con "Rubber Soul" los Beatles consolidan un nuevo sonido más maduro y refinado que se aleja de los años comercialmente mas productivos y se adentra en un pop-rock más serio y elaborado.
La gran madurez se aprecia sobre todo en la parte lírica. Impresionan con reflexivas e introspectivas composiciones, sobre todo por parte de Lennon y McCartney. Resaltan en esto una de las piezas mas sorprendentes de todo su catálogo: "Nowhere Man". La melodía vocal e instrumental se influencia considerablemente de los Byrds en "Mr. Tambourine Man", pero los Beatles pulen este estilo melódico en una canción que habla del vacio existencial y de la falta de identidad, en la que posiblemente estaba recayendo Lennon ante tanto trajín que originaba el fastuoso éxito de la banda. Lennon también sorprende con "The Word", animado tema en el cual ya comenzaría a exponer su particular punto de vista pacifista que luego se consolidaría con la irrupción de Yoko Ono en su vida.
Deslumbran con su carasterístico trato melódico en estimables canciones como "Run For Your Life", "Wait" e "If I Needed Someone", y sobresalen en acertadas ejecuciones pop de querencia mas beachboyera como la sublime "You Won't See Me" (donde se muestra los arreglos corales a lo Beach Boys").
"Norwegian Wood" es una hermosa pieza de cierta mística legendaria-medieval que sorprende gratamente por parte de los Beatles, mostrando así que pueden abarcar comodamente diversos estilos líricos y escribir con originalidad sobre variados aspectos. Destaca el innovador empleo de instrumentos exóticos, el sitar, en la música comecial.
Otra hermosa pieza es "In my Life", una memorable canción que reluce añoranzas íntimas por el amor, la amistad y los recuerdos y que posee un nostálgico solo de clavicémbalo por su productor George Martin en la parte media que eleva la pieza a lo mas glorioso de la melancolía pop. Una gema de la melodía pop.
Si con "Yesterday " McCartney sorprendió en la primera mitad del 65 por su elegante y sofisticada ejecución, con "Michelle" logró algo bastante similar. Es una memorable pieza de notable intensidad musical que encanta y apasiona de principio a fin. Esos frios y lastimeros acordes, esos sutiles y oscuros arreglos corales, en fin una sobresaliente composición que reluce en inmaculado talento de los Beatles, sobre todo de McCartney, en la construcción de melodías pop intensas, sofisticadas, accesibles y que provocan adicción sonora.
Otra muy estimable contribución de McCartney es "I'm Looking Through You", canción de desamor que presenta un interesante estilo lírico que no se le apreciaba previamente: su posición parece ser de decepcionado y despectivo ante el ser amado; todo esto ante cálidos y calmados acordes de guitarra. Bastante estimable.
Retazos de psicodelia se pueden apreciar en la jocosa "Drive my Car". Mezcla de Pop y country-folk se aprecia en la animada "What Goes On". En fin, este sería la gran sorpresa de finales del 65 que culminaría con broche de oro este año y que nos adelantaría la gran e invarolable calidad de los trabajos que nos dejaría del 66 en adelante.
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