'...you shook me so hard baby, baby, baby, please come home...' |
Año: 1969
Rating: ▲▲▲▲▲
Canción favorita: "You Shook Me"
Las cosas se ponen bastante interesantes a fines de la década, y es que este magistral disco debut sorprendería toda una generación prácticamente implantando la nueva dirección del rock durante la primera mitad de la década de los setenta (y de por sí hasta la fecha). Y es que por esos tiempos aún no se veía tanta pretensión basada en las raíces del rock americano explorando ya terrenos progresivos y hard-rock; y con marcada intensidad y épica que simplemente deslumbra a cualquiera que quiera estudiar la historia del rock.
Su oferta es explicita e incandescente. El talento de sus cuatro miembros explosiona en una orgía musical del más flameante y embriagante blues y hard-rock llegando a su clímax de excitación tras la comunión de la fogosa voz de un extasiado Robert Plant, un sulfurado Jimmy Page a la guitarra, un consistente y contundente John Paul Jones al bajo y la siempre acertada compañía de John Bonham a la batería.
Probablemente el mejor ejemplo del talento de la banda sea u versión de “You Shook Me”; inmaculada pieza en la que vemos una cuasi-demoniaca conjunción de la delirante voz de Plant con la acerba guitarra de Page, dotando a la pieza de una malicienta y seductora atmósfera sonora, y si a eso le agregamos los calurosos recursos instrumentales que revisten los pasajes sonoros en la mitad de la pieza totalmente alejados de la propuesta americana más ‘inofensiva’ de sus contemporáneos.
También muestran su gran diversidad al ofrecer memorables pasajes más lentos que van desde el exótico folk sensorial en “Black Mountain Side” hasta la atmosférica mística desencadenada por “Babe I'm Gonna Leave You”.
El disco posee además secciones cuasi-orgásmicas del blues rock más estimulante como la abrasiva “Good Times Bad Times”, la demoledora y alucinante “Dazed And Confused” con pasaje sonoro de herencia hendrixiana; la rítmica “Communication Breakdown” ya adelantándose al movimiento heavy; el blues chulesco de la altanera “I Can't Quit You Baby”; y la estruendosa “How Many More Times” demoliendo cada neurona del oyente ansioso de la robustez y agresividad del rock en sus raíces básicas.
En fin, una de las más grandiosas rocas milenarias de la historia del rock.
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