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Año: 1968
Rating: ▲▲▲▲▲
Canción favorita: "Cloud Song"
Adentrarse en las aventuras musicales del propio 68 en un terreno totalmente fascinante e inesperado; resulta increíble la cantidad de vertientes y direcciones que fueron tomando un sinnúmero de bandas supieron virar la dirección experimental psicodélica del 67.
Una de esas bandas fue The United Status Of America, quienes si bien sólo nos dejaron un trabajo discográfico, termina uno asombrándose al ver lo adelantados y eclécticos que consiguieron ser al conjurar un sonido totalmente atractivo y ricamente artístico; sus miembros, estudiados del arte, consiguen así un festivo y enigmático sonido de ricos matices y envolventes texturas.
Arranca con el desfile circense de la mística “The American Metaphysical Circus”, ávido corte art-rock de atmosféricos sintetizadores y alucinante envoltura space-psychedelic; siguen los teclados en “Hard Coming Love”, mucho más accesible en un meteórico comienzo psycho-prog que se va destejiendo en una suerte de ejercicio krautrock totalmente fascinante con vertiginosos ejercicios electrónicos, esto generando un rico contraste con la suave y áspera voz de Dorothy Moskowitz que matiza con sofisticación la exuberante pieza de art-prog.
“Cloud Song” es simplemente asombrosa, es un pieza para sentarse y escucharla dejándose llevar en su majestuosa delicadeza sensorial de sublimes y finos arreglos instrumentales y la celestial voz de Dorothy elevando la preciosa pieza de ambient a terrenos de paz y tranquilidad sonora.
Cosmic-prog en la atmosférica y acelerada “The Garden of Earthly Delights”, brillando con sus efectos de sintetizador por parte de un adelantado Joseph Byrd en un corte que mezcla con acierto psicodélia letárgica y delirante electrónica krautrockiana; y la simpática “I Won't Leave My Wooden Wife for You, Sugar” con ejercicios revolvianos de efectos sonoros desquiciados buscando la disonancia en un atractivo tumulto sonoro.
Lo que más fascina del disco es la gran originalidad en la búsqueda de recursos que respalda el trabajo discográfico; así vemos sus experimentaciones electrónicas y su conjuración atmosférica a la par de sus elaborados y majestuosos ejercicios corales como en la brillante “Where Is Yesterday”, empleando la resonancia y trabajados arreglos melódicos que genera un ambiente inhóspito a explorar.
Cerrando ya el disco se encuentra la belleza de “Love Song for the Dead Ché”, con arreglos baroque y pastosidad a lo Pet Sounds que consigue despertar cierta sensibilidad; y la revolviana “Stranded in Time”, que parece preceder a unos venideros Curved Air”, mostrando lo previamente explicado, un sonido estudiado rico en su pretensión artística-experimental.
Un digno trabajo del 68.
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