miércoles, 10 de agosto de 2011
JOY DIVISION - UNKNOWN PLEASURES 1979
Todo un disco de culto para aquellos amantes del rock de fines de los setenta, cde direcciones post-punk y con trasfondo ocultista y atmósferas frías y lúgubres que influencían posteriormente al rock gótico.
Estos reconditos placeres desconocidos muestra cierta conducta sádica y malicienta de pèrturbación mental y cierto despotismo emocional.
Es imposible que a alguien no le guste "Disorder", su atractiva construcción post-punk resulta un deleite para los oidos en sus tristes y sensoriales textos y pasajes de depresión y confusión ofreciendo hermosas letras sobre la soledad y el abandono como ese inolvidable y sentido 'I've go the spirit, lose the feelin'...
La fuensta "Day of the Lords" con tortuosos textos de auto-opresión enfermiza y angustia existencial, todo en un incisivo trasfondo musical. "Candidate" muestra una lúgubre historia de corrupción moral.
Sin mucha heterogeneidad sonora, consiguen capturar al oyente en sus directos y profundo textos llenos de juegos líricos no muy complicados de comprender.
Tambien se aprecia su basamento post-punk nuevaolero al emplear teclados y recursos de profundidad muy bien conseguidos como en "Insight", con pasajes de sinetizadores y fondos sonoros de aroma a Pìnk Floyd con Barret aún mas con una perspectiva que trae a la mente al krautrock más elaborado.
La desconsolación ante la vanaildad y fugacidad de la vida, y una consecuente impotencia existencial y emocional parecen dar referencia los textos de "New Dawn Fades", un conseguido corte de apacible y letárgica atmósfera que funciona acertadamente en este estupendo corte.
"She's Lost Control" busca la estructura más clásica del post´punk con ascendencia krautrockiana a lo Can; con caóticos textos sobre una fémina figura que se envuelve en una historia de perturbador desequilibrio; otr muy conseguido texto.
"Shadowplay" presenta una retorcida historia de manipulación con un meritorio solo final de guitarra por parte de Bernard Sumner. "Interzone" presenta ciera esencia sesentera y un tempo más agitado con gustosa sección rímtica.
Culmina con "I Remember Nothing", extensa pieza de aroma a los Doors; una pieza de psicóticos textos de violencia retorcida que realmente espeluzna en sus sádicos recursos sonoros que emulan látigos y cadenas tortuosas herencia del krautrock atmosférico.
Puede que sea para mucho un disco de difícil escucha, sobre todo si uno espera que todas los cortes del dsicos ean como el accesible "Disorder", pero una vez que uno se envuelve tras posteriores reescuchas en esta bizarra y pastosa atmósfera, termina convenciendo en sus controversiales estos placeres desconocidos de retorcido goze.
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