viernes, 29 de abril de 2011
LOU REED - BERLIN 1973
Dramático trabajo discográfico. Contrasta drasticamente con el glam que venía mostrando Reed en su previo trabajo "Transformer", ahora optando por penetrantes atmósferas y fríos y perturbadores ambientes sonoros que narra impactantes pasajes de desdichas amorosas, abuso físico, drogas, vidas arruinadas e irreparables, depresión, violencia, promiscuidad y, al final, un trágico desenlace.
No es un disco de fácil escucha. Todo lo contrario, probablemente requiere bastante paciencia para que uno pueda comprender mejor la cambiante dirección que va tomando conforme se va avanzando. En primeras escuchas resulta pretencioso por sus pesados y ostentosos arreglos orquestales, pero queda astutamente balanceado por cortes predominantemente acústicos de sutiles fondos orquestales.
La agridulce "Berlin" da incio al disco, un corte que presenta un collage de registros sonoros de eventos felices en la vida de la protagonista, una prostituta americana. Constrasta con frías y sentidas notas de piano con la apagada voz de Reed evocando remembranzas alegres en un estilo cabaret. Un meritorio comienzo.
"Lady Day" narra en sus fríos textos las circunstancias del encuentro con el futuro padre de sus hijos. Dramático e intenso tema de prositución y drogas. "Men Of Good Fortune" es un buen ejemplo del estilo ostntoso del disco; algo larga, más de los cuatro minutos, mas hay que reconocerle el trato musical que permite que no se desinfle en su repetitivo estilo. En "Caroline Says" los personajes se sacan los trapos sucios en un corte que juega con cierta inocencia socarrona; posée una estupenda construcción instrumental que se enaltece en esa memorable parte final, un pasaje de flautas, violines, areglos corales, y un abrupto descenlace.
"How Do You Feel" es un corte fastuos de solos de guitarras, violines, estiamble e intenso; sin embargo, sonoramente hablando, resulta acertadamente equilibrado. "Oh Jim" es el desfogue de la protagonista ante los abusos y humillaciones de su pareja; otro acertado corte que reunda en cierta medida con el estilo sonoro previamente expuesto, pero que prèsenta una contrastante parte acústica final que realmente salva la canción.
"Caroline Says II" contrasta líricamente con su primera parte. Resulta ser una drámatica balada acústica que nos introduce a la tragedia que le toca vivir a su protagonista víctima de abusos físicos y mentales. Juega con la sensibilidad del receptor al mostrarse algo optimista al sugerir que su protagonista, ya totalmente indulgente ante todo, decide poner fin a la seríe de maltratos y desdichas. Uno de los mejores cortes del disco cuya mezcla entre inocencia y optimismo queda subliminalmente acompañado de la voz acertada de Reed y del conseguido fondo atmosférico instrumental.
"The Kids" es un canción acustica de mordida frialdad que narra el momento en que le son arrebatan los hijos, presenta una dramática parte final en donde se escucha, en un fondo musical de confusión, gritos y llantos de niños acompañados de un perturbador solo de flauta dulce.
La escalofriante "The Bed" es un trágico corte que nos introduce a una habitación en la cual se encuentra la cama en donde la protagonista termina con su vida. Los tristes acorde iniciales y el atmosférico fondo perturbador reviven en la parte lírica los placenteros y fatales momentos que ocurrieron en ese escenario.
En mi opinión, el disco culmina ya con "The Bed". Sin embargo, se extiende seis minutos más con la confusa "Sad Song". De opiniones encontradas. No es que sea mala, pero resulta algo innecesaria por su aire reinvicador que de confiere al final del disco. De fondo instrumental intenso y de corte épico.
En fin, un memorable disco de morbida crudeza lírica.
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